Invertir en planificación significa ahorrar en la ejecución
En este artículo te aconsejamos qué pasos puedes seguir para no malgastar tiempo ni dinero en la construcción de tu vivienda y para poder sacar el máximo provecho a todas las fases del proceso. Un proyecto de vivienda unifamiliar debería iniciarse antes de lo que en general se piensa.
1.- Asesórate desde el inicio en la búsqueda del solar.
La parcela es más de lo parece. Un arquitecto te dirá qué aprovechamiento puedes obtener en cada parcela, en término de metros cuadrados de techo, de porcentaje de ocupación, alturas, número de plantas, etc. Ten en cuenta que cada municipio tiene su normativa de aplicación, sus reglas y excepciones, incluso diferente rigor en la aplicación de las mismas. Asimismo cada parcela tiene sus peculiaridades físicas, como la topografía, el entorno construido y el subsuelo, las cuales inciden directamente en las posibilidades y coste de cada propuesta arquitectónica.
Antes de comprar un solar debes tener 100% claro qué puedes construir en él, de qué manera y con qué costes. En toda esa información, invisible a primera vista, reside la práctica totalidad del valor de una parcela.
2.- Estudia el terreno.
Como mínimo vas a necesitar un levantamiento topográfico y un estudio geotécnico. En ocasiones es necesario estudiar otros aspectos como la presencia de aguas freáticas o de gas radón. En cualquier caso, es ideal encargar estos estudios del terreno con una idea preconcebida de cuál va a ser su uso y de las actuaciones y edificaciones que se van a realizar en él. Por ejemplo, a un topógrafo se le puede pedir detallar ciertos límites y perfiles en contacto con una parcela vecina o una medianera, si estos son relevantes para justificar algún parámetro de la normativa urbanística. Lo mismo sucede con los geólogos y otros técnicos que suelen intervenir en una fase previa al inicio del proyecto.
Es fundamental tener datos precisos y adecuados del terreno para poder elaborar un proyecto de vivienda unifamiliar ajustado a la realidad. Esta información inicial fundamentará decisiones que se van tomar en el diseño del edificio.
3.- Detalla todos los aspectos de tu casa en un proyecto de vivienda unifamiliar.
Realiza un proyecto. Con un proyecto de obras en las manos tendrás, además de los planos y la posibilidad de pedir la licencia municipal, un estado de mediciones, es decir, una lista de todos los materiales, componentes y trabajos necesarios para llevar a cabo la construcción en su totalidad. Con esta información puedes solicitar presupuesto a constructores, hacer comparativas, e incluso repartir los trabajos a diferentes empresas.
Es imprescindible que todas las ofertas se basen en la misma información, que no debe ser otra que las mediciones del proyecto de vivienda unifamiliar.
4.- Busca un equipo adecuado.
Prepara las obras. Además del constructor, tratándose de una nueva vivienda, vas a necesitar un aparejador o arquitecto técnico en la dirección de ejecución de las obras. Al igual que la empresa constructora, es interesante que este técnico tenga experiencia en el tipo de obra a realizar y en el área geográfica donde se ubica.
Con el equipo montado se va a poder hacer una revisión general del proyecto de vivienda unifamiliar, de cara a la puesta en obra o ejecución, y para valorar costes y tiempo.
5.- Ejecuta las obras sin sorpresas.
Si todos los pasos anteriores se han hecho con rigor, las obras van a transcurrir con pocas sorpresas y ajustadas a los plazos previstos.
Es el momento de observar cómo crece la edificación. Disfruta el proceso.
6.- Final de las obras y alta del nuevo hogar.
Con el final de las obras se ponen en marcha una serie de documentos y trámites cuyo objetivo es hacer constar oficialmente la nueva vivienda. Son, entre otros, el libro del edificio, manual de mantenimiento, primera ocupación, cédula de habitabilidad y certificación energética.
Es imprescindible documentar la ejecución de la obra y el estado final del edificio para formalizar el inicio de la vida del edificio.
7.- Exámenes periódicos del edificio.
Con el fin de alargar al máximo su vida útil y el nivel de prestaciones, es importante realizar el mantenimiento descrito en el libro del edificio, incluyendo visitas periódicas por parte de un técnico para adelantar soluciones a posibles futuras patologías.
Es importante tener un técnico de cabecera que haga seguimiento de la vida del edificio.